El aislamiento afectivo o aislamiento social, es una conducta de prevención, donde el individuo se aleja del contacto interpersonal, replegándose sobre sí mismo y distanciándose física y emocionalmente de sus relaciones.
La Psicología del Yo considera el aislamiento como un mecanismo de defensa cuando la persona se aparta del sentimiento asociado a una idea (por ejemplo tras una violación) pero puede recordar y contar el suceso con detalle.