La terapia de pareja es un marco de trabajo en psicología para abordar los conflictos que surgen y afectan al sentido de pertenencia compartido.
Para el doctor Robert Neuburger la pareja es una «institución» constituida por dos personas que se eligen con arreglo a determinadas cualidades (físicas, morales, intelectuales…) pero también por razones puramente inconscientes que tienen que ver con el pasado de cada una.
Existe un sufrimiento denominado sistémico, cuyo objeto ya no es el individuo sino la pareja. La persona no llega a explicar su sufrimiento, ya que la clave para entenderlo está dividida entre ella misma y su compañero/a.
El equipo de PSIÓLOGOS EN MADRID EU hemos comprobado que cada pareja es un universo único e irrepetible y, sin embargo, los problemas por los que atraviesan no suelen ser muy diferentes. Algunos de los más frecuentes son:
♦ Deslealtad en la pareja
No solo la infidelidad sexual es motivo de demanda de terapia. También existen conflictos relacionados con dificultades para conciliar la vida en pareja con otras realidades que la rodean, como puedan ser trabajo, familias de origen de los miembros de la pareja, amistades comunes y no comunes. En consulta vemos muchos casos de problemas de pareja en los que uno de los miembros no siente que su pareja es la prioridad para el otro.
♦ Problemas con los hijos
La pareja es un delicado territorio que requiere cuidado y dedicación y para ello es necesario adaptarse a los cambios que sobrevienen en el trascurrir del tiempo. Las ilusiones de los primeros periodos de enamoramiento van dando paso a otras realidades que es necesario enfrentar. El territorio de pareja no es impermeable a circunstancias como el paso al matrimonio, el nacimiento de los hijos y sus dificultades como la entrada en la adolescencia, las conductas violentas o el fracaso escolar.
♦ Problemas externos que afectan a la pareja
Situaciones aparentemente periféricas que sin embargo tienen profundas consecuencias que se van sedimentando, como por ejemplo la pérdida del trabajo y situaciones de paro prolongado, problemas económicos y cualquier otra situación generadora de estrés que se traducen en irritabilidad y desencuentro.
♦ Desinterés en la pareja
La mayoría de las veces las parejas que acuden a terapia no saben muy bien qué está pasando o sí lo saben pero no comprenden porqué después de tantos intentos de soluciones ensayadas las cosas no acaban de mejorar. Algunos de los síntomas que vienen a señalar los problemas en pareja son la falta de intimidad y el enfriamiento afectivo, que pueden acarrear pérdida del deseo sexual, incluso impotencia
♦ Problemas de comunicación
La mala comunicación deriva en aislamiento, como cuando algún miembro de la pareja no se siente escuchado, entendido, y aparecen las quejas sobre la falta de empatía y los sentimientos de soledad emergen dentro de la pareja.
♦ Problema de un miembro de la pareja
También acuden a consulta personas que desean realizar terapia de pareja por síntomas relacionados con el pasado de uno de los miembros, como traumatismo grave, abusos, o con intención de ayudar al otro a solucionar una dependencia como el consumo de sustancias (alcohol, drogas) o el juego patológico)
♦ Igualdades y diferencias en la pareja
No debemos olvidar que la pareja se construye entre dos personas, cada una de las cuales vienen de una historia personal previa, de un universo diferente. La diferencia (cultural, social, familiar…) puede ser un elemento valioso que sirve al diálogo y al replanteo de ideales e ideologías para la pareja, aunque también ocurre por desgracia que la diferencia genera un abismo aparentemente insuperable. Otras veces el problema surge cuando existe un exceso de igualdad que impide el conflicto sano y el crecimiento de la pareja
♦ Sentimientos de injusticia en la pareja
Estos sentimientos aparecen cuando uno percibe que el otro descompensa la balanza en algún aspecto importante no contribuyendo de la misma manera y aparecen las quejas por todo el esfuerzo no reconocido.
♦ Rivalidad
En algunas parejas la colaboración acaba engullida por la competición y pasan de empujar juntos un proyecto común a encontrarse tirando de la misma cuerda, pero en direcciones opuestas. Estas situaciones pueden acabar en luchas de poder y conductas hostiles que incluso deriven en agresividad y violencia.
♦ Procesos de Separación
Hay personas que acuden a terapia para certificar la defunción de su pareja. Si, esto también sucede y nos merece un profundo respeto cuando la demanda es atender una ruptura, hacer mediación familiar en un proceso de divorcio puede que no sane el pasado de la pareja pero puede beneficiar al futuro de la familia. Sobre todo a los hijos.
No es lo mismo terminar una pareja con una buena relación que acabar a palos, sobre todo porque la guerra, una vez establecida, no suele terminar simplemente con el acto civil del divorcio. Por desgracia suele ir más allá de cualquier separación.
Las personas parecen olvidar todos los buenos momentos, todo lo buenamente construido y valioso que siempre quedará y cuyo mayor éxito suele vivir en unos hijos que representan el orgullo de los padres. En nuestro gabinete hemos podido colaborar en procesos de divorcio y asistir a relaciones que, después de acabada la pareja han podido re-definirse en una amistad incluso en un valioso elemento de apoyo mutuo.