La Causalidad es la manera habitual en que las personas nos representamos la relación entre dos hechos. En los últimos tres siglos hemos explicado los sucesos mediante la causalidad eficiente, es decir, anteponiendo siempre una causa a un determinado efecto.
Las explicaciones causales nos sirven para explicar los cambios que observamos, ya sean de lugar, de tamaño, de consistencia, cambios químicos, de desarrollo en un organismo, etcétera. Estas explicaciones constan siempre de tres partes:
- una causa
- un efecto
- una regla de transformación ó ley natural ó principio
Ejemplo de causalidad:
Causa: Sujeto una tiza con mis dedos y abro los dedos
Efecto: La tiza se cae al suelo
Ley natural: Esto es debido a la ley de la gravedad
Habitualmente también utilizamos la causalidad para explicar comportamientos humanos tales como la baja autoestima, la falta de confianza, el temor al fracaso, o la agresividad.
Ejemplo:
Causa: El jefe agrede verbalmente a su empleado. Este, para no perder su trabajo, se calla.
Efecto: Al llegar a casa, el empleado maltratado grita a su mujer y a sus hijos sin razón aparente
Ley de transformación: Esto se debe a la transferencia de agresividad
Esta es la forma habitual en que los humanos damos sentido a la realidad, la manera en que nos contamos las cosas, que nos inscribe en una visión causal-lineal, es decir, entendemos que una cosa es la causa y la otra el efecto. Sin embargo Gregory Bateson demostró que esta manera de entender la realidad deriva del método científico heredado de la física, para explicar fenómenos (como la velocidad, la fuerza, la resistencia) desde el concepto de transmisión de energía, pero que en el universo de los seres vivos la realidad es más compleja y se explica mejor desde el concepto de la trasmisión de información y la retro-alimentación, que verifican un patrón circular, donde un suceso ya no es la causa y el otro el efecto, porque cada suceso es causa y efecto del otro.
En Metafísica, Aristóteles decía que las causas pueden diferir mucho entre sí, de manera que puede haber más de una causa para un mismo resultado.
Según Rapoport, las personas nos centramos en las causas eficientes que se ven al final, ignorando todas las causas finales que van por delante.
Causalidad circular
En los últimos 40 años, gracias a la cibernética y su utilización de la retroacción, los científicos están volviendo a combinar la causalidad eficiente con la final. Más allá de ver el acontecimiento ‘A’ como causante de ‘B’, a éste como causante de ‘C’ y a éste como causante de ‘D’ (causalidad-lineal), la cibernética muestra que ‘D’ actúa retroactivamente, enviando información a ‘A’ y por lo tanto causando ‘A’. Es lo que se denomina como causalidad circular.
La cibernética también propone un modelo de equilibrio dinámico; la estabilidad a un determinado nivel de un sistema, resulta de cambios a otros niveles del mismo sistema.
Elisabeth Sigrist
Muy interesante.