La teoría del doble vínculo fue desarrollada por el equipo de investigación de Gregory Bateson, en Palo Alto, California (1956) para demostrar la influencia de la comunicación humana en las denominadas patología severas; esquizofrenia, psicosis, adicciones, anorexia y bulimia.
Un doble vínculo es una situación comunicativa causante de sufrimiento e incluso patología debido a que se haga lo que se haga uno siempre se equivoca. Un ejemplo de esta situación puede ser la de un niño que trata de relacionarse con una madre en dificultades afectivas. Cuando el hijo se acerca ella se siente amenazada y lo rechaza, entonces el hijo se aleja y ella piensa que es una mala madre por lo que de alguna forma lo recrimina para que vuelva a acercarse. Entonces ella lo rechaza de nuevo. En situaciones como esta la comunicación es de doble vínculo, ya que contiene dos mensajes contrapuestos que generan una paradoja irresoluble.
Para que se produzca este fenómeno han de darse las siguientes circunstancias:
- La persona se encuentra en una relación intensa que posee un gran valor para la supervivencia, como por ejemplo un niño en su familia, un trabajador en una empresa o alguien inscrito en cualquier otro grupo de pertenencia fundamental para su identidad.
- La situación es inescapable.
- La comunicación se contradice a dos niveles, por ejemplo a un nivel verbal te reclamo y a otro corporal te rechazo.
- Está prohibido meta-comunicarse, es decir, observar desde afuera lo que sucede y definir la relación.
- El doble vínculo se produce en sistemas que carecen de meta-reglas para modificar sus propias reglas, por lo que la posibilidad de cambio difícilmente viene desde dentro de ese sistema, lo que produce un patrón comunicacional circular y repetitivo.