En el tratamiento de estrés postraumático es importante que el vínculo terapéutico se establezca con solidez, para facilitar que el paciente pueda ir expresando, poco a poco, los recuerdos almacenados y se pueda elaborar el contenido emocional que desencadenan los síntomas.
Por otra parte, la experiencia clínica ha demostrado que todo mejora más deprisa cuando la psicoterapia se combina con terapia grupal. En este problema funcionan muy bien los grupos de encuentro con otras personas que hayan sido víctimas de experiencias parecidas, ya que representan un espacio para empatizar, expresar y denunciar ciertos hechos despreciables. Cuando las personas se inscriben en un ideario común de repulsa, combate, compromiso y apoyo mutuo, el sentimiento de pertenencia aporta reconocimiento e identidad y fortalece el sentido de la vida.