Mony Elkaïm, Neuropsiquiatra, nacido en Marrakech, fue una de las puntas de lanza del movimiento de la anti-psiquiatría en Europa en la década de 1970
Elkaïm propone un nuevo modelo para el abordaje de las terapias familiares y conyugales y desarrolla nuevos conceptos, como ensamblaje y resonancia, que facilitan al terapeuta herramientas para su trabajo. Los ensamblajes son los puentes que conectan los universos conceptuales de los intervinientes en una psicoterapia. Ahora la idea de mapa no se refiere a una foto fija, es mas un elemento interactuante, que nos conduce a un nuevo nivel lógico de conceptualización. Lo que importa ahora no es el territorio sino la intersección de los mapas del terapeuta y del paciente, ya que es en estas intersecciones donde se desarrolla la psicoterapia y donde emerge la construcción mutua de lo real.
Lo que determina el devenir del sistema , el cambio o no cambio, es el devenir de los ensamblajes, ya que la formación de los sistemas humanos depende más de las intersecciones entre ensamblajes que de individuos en interacción. Acoplamientos diferentes hacen emerger mundos diferentes, y viceversa. Luego es la amplificación de los ensamblajes lo que provocará el cambio o el bloqueo del sistema.
Un caso particular de ensamblaje es lo que Mony Elkaïm denomina resonancia. Bajo el efecto de un elemento común diferentes sistemas humanos entran en resonancia, así como los cuerpos pueden ponerse a vibrar bajo el efecto de una frecuencia determinada. Luego la resonancia también está constituida por la intersección de diferentes sistemas que comportan un mismo elemento. La diferencia es que las resonancias están constituidas por elementos semejantes , comunes a diferentes sistemas en intersección, mientras que los ensamblajes están compuestos de elementos diferentes. Elementos que en uno y otro caso está ligados a datos individuales, reglas familiares, creencias sociales, practicas culturales, etc.
Las resonancias, por tanto, surgen de las intersecciones en los acoplamientos que suceden en el encuentro humano y contribuyen a la construcción de la realidad interpersonal e inter-sistemas. Pero este concepto solo puede comprenderse pasando a un nivel de abstracción superior, que incluye aprehender el contexto en términos de sentido y de función.
El camino fundamental para descubrir las resonancias y los ensamblajes, dice Elkaïm, es la emoción que experimenta el terapeuta en la relación con su paciente. En las supervisiones la emocionalidad que presenta el terapeuta cuando describe su caso es una información no racionalizada de lo que sucede allí. Cuando el terapeuta se muestra desesperado, frustrado, ayudador, manipulado o confundido, esta puede ser una información de cómo ese sistema que trata se define e interactúa con el mundo.
Los ensamblajes, constituidos tanto por las reglas como por singularidades, están formados por elementos ligados a los diferentes miembros del sistema terapéutico, pero no son reducibles a ellos. Estos ensamblajes, además, pueden amplificarse y tomar una consistencia que modificará el devenir del sistema terapéutico.
Para Mony Elkaïm, el arte del terapeuta consistirá en autorizarse a derivar con la familia para permitir a esos ensamblajes constituirse, ya que en el devenir de un sistema influye más la manera en que se implica el terapeuta que la tentativa de decodificar una verdad escondida.