Los síntomas de la ansiedad son muy variables en número e intensidad y pueden oscilar, desde una agitación leve, ocasionando pequeñas molestias, hasta un desasosiego generalizado que implique un marcado malestar.

Los problemas comienzan cuando la ansiedad es elevada y persistente, pues cuando esta sensación es sostenida en el tiempo (sin que podamos localizar una amenaza clara que explique nuestro estado agitado y preocupado) entonces nos genera un desasosiego que se retro-alimenta en nuestro interior generando un circuito cerrado de pensamientos angustiosos.

La sensación de ansiedad puede parecerse mucho al miedo, solo que en el caso del miedo existe algo concreto que podemos ver en el ambiente, por ejemplo un perro que se abalanza, mientras que la ansiedad es como un miedo sin objeto, al menos sin un objeto visible que suponga una amenaza inmediata; un miedo al miedo.

Psicólogos Madrid Ansiedad. Síntomas

Síntomas físicos:

• tensión, estado de nerviosismo
• estómago encogido
• presión en el pecho
• respiración entrecortada e irregular
• a veces taquicardias, accesos de calor, sofocos, sensación de ahogo
• Puede que molestias estomacales, temblores, fatiga, presión torácica, problemas de sueño

Síntomas cognitivos:

• pensamientos circulares y recurrentes que se repiten
• sensación de mente turbia y confundida
• falta de concentración
• atención de alerta e hiper-vigilancia
• acceso masivo de información desde la memoria
• expectativas catastróficas y anticipación de desastres
• estado de preocupación sostenida

Síntomas emocionales:

• sensación de miedo y angustia
• sensación de estrés, en ocasiones acompañado de ira y hostilidad

Psicólogos Madrid Ansiedad. Tratamiento

Los primeros tratamientos contra la ansiedad se basaron en el empleo de diferentes técnicas de relajación como la meditación y los ejercicios respiratorios, sin embargo la paradoja con la que se encontraron los psicólogos especializados en tratar la ansiedad fue que en algunas personas esta estrategia no funcionaba por mucho tiempo y en varios casos las personas declaraban sentirse aún más nerviosas a las pocas semanas de su empleo, por lo que en esos casos se precisaron trabajos con implicaciones terapéuticas más profundas basados en abordajes para comprender más allá de la función y el sentido del síntoma.