El mecanismo de defensa de la racionalización consiste en la construcción de una narrativa que oculta la verdadera motivación que llevó a la persona a realizar un acto, o sirve como estrategia inconsciente para no conectar con sentimientos o deseos que la persona no se quiere confesar a sí misma.
En muchos casos el racionalizador se carga de razón para no reconocer algo que para los demás es obvio. El problema es que esta explicación que la persona se cuenta a sí misma o a los demás es solo un argumento periférico que sirve de justificación tranquilizante, pero que no explica los motivos profundos de la conducta.
Un ejemplo de este mecanismo de defensa puede ser el de aquel hombre que aseguraba con extensos argumentos no necesitar relaciones de pareja, cuando en realidad se ponía a temblar cada vez que alguna mujer se le acercaba.
Muy bien explicado, muchas gracias. El ejemplo además esclarece perfectamente el mecanismo de defensa.