La Represión es un mecanismo de defensa que consiste en expulsar de la conciencia deseos, sentimientos o pensamientos.
Para Freud, la represión era una estrategia para hacer inconsciente todo el contenido mental inaceptable. Por ejemplo, una persona de ideas muy religiosas, frente a otra que le despierta su deseo sexual, puede llegar a no reconocer en sí misma ni siquiera los más mínimos mensajes fisiológicos que su cuerpo le manda.
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