En la Teoría General de Sistemas, el principio de entropía afirma que los sistemas vivientes tienden a conservar su identidad; sus particularismos y diferencias, para lo cual ningún sistema puede igualarse completamente con su ambiente.
El segundo principio de la termodinámica establece el crecimiento de la entropía, es decir, la máxima probabilidad de los sistemas es su progresiva desorganización y, finalmente, su homogeneización con el ambiente, pudiendo llegar a indiferenciarse y diluirse perdiendo su identidad. Una célula al morir, por ejemplo, va perdiendo la visibilidad de sus elementos (núcleo, mitocondrias, lisosoma) hasta diluirse en el ambiente por completo. En ese momento sólo observamos una sustancia gris uniforme, que representa la muerte celular.
En los sistemas sociales (barrio, familia, pareja…) los individuos necesitamos parecernos y diferenciarnos al mismo tiempo. Para la psicóloga Norma Mollot, la vida es la posibilidad de preservar las diferencias. Todo el universo adolescente, en la tentativa de construir su identidad, pasa por este conflicto. En este sentido, la falta de diferenciación sería la psicosis.
Los sistemas, por tanto, tienden a aumentar sus estados de organización aumentando su identidad (diferencia con su ambiente) En este sentido el término Negentropía o entropía negativa se refiere a la energía que el sistema importa del ambiente para mantener su organización y sobrevivir.
Muy Interesante, con mi compañera Karina Saucedo Ruiz estamos aplicndo l Fisic de Sistemasn a la Teoria sistemica de la famiia, Gracias.