Un trauma psicológico es una experiencia que quedó guardada en la memoria de la persona tras haber sufrido un episodio doloroso en el pasado. Puede tratarse de una falla ambiental en la infancia, como el abandono físico o psicológico, de un abuso sexual, o de cualquier situación violenta que atente contra la integridad y la dignidad humana.
Cuando el episodio traumático se re-experimenta con frecuencia en el presente y causa preocupación, angustia, incluso problemas para conciliar el sueño, podemos estar frente a un trastorno de estrés postraumático.
Un trauma psicológico temprano en la vida de la persona puede significar una congelación en el tiempo de su evolución emocional y madurativa, y una traba para poder construir una identidad sólida. En estos casos, plantearse una psicoterapia puede ayudarnos a enfrentar emociones y a restituir la capacidad de seguir creciendo como personas. Asimilar el pasado es una buena manera de liberar el futuro.
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