Tanto el Yoga como la Psicología buscan el bienestar y la realización humana. La finalidad última de estas dos disciplinas coincide en la necesidad de encontrar la máxima integración en la persona y en el encuentro de esta con su verdadera identidad.
La Psicoterapia Gestalt coincide con el Yoga en la definición que hace sobre la persona disfuncional. Ambas disciplinas describen al individuo inmaduro como alguien que se auto-engaña, se aleja de una percepción nítida de la realidad y de una satisfacción profunda de sus verdaderas necesidades, como consecuencia de permanecer apegado a un ego que lo mantiene anclado en fantasías infantiles, impaciencia, exigencias, insatisfacciones, intolerancia, orgullo desmedido, etc.
Sin embargo, para la Psicología, la prescripción “conócete a ti mismo” no significa hacerlo aisladamente en largos periodos de retiro, si no en contacto con el mundo y en el compromiso del encuentro con el otro. Para la psicología el ser humano es “en relación” y construye su identidad en las relaciones.
Así, mientras que la finalidad compartida, tanto por la psicología como por el Yoga, reside en la búsqueda de la integración del ser humano y en la vivencia consciente del presente, las técnicas que ambas corrientes emplean, son, de hecho, muy diferentes.
En el yoga la mirada es con demasiada frecuencia hacia dentro (intrapsíquica) mientras que en psicología se contemplan los mecanismos de funcionamiento personales en relación con el medio ambiente que rodea al sujeto. Sin embargo, estas dos manera de contemplar la realidad de un ser humano no son, desde luego, excluyentes.